Vivimos momentos donde el bienestar se ha convertido en un tema primordial para todos, cada vez las personas se involucran más en encontrar nuevas formas que les ayuden a fortalecer cuerpo y mente, por ello, las terapias alternativas o complementarias han tenido un despunte increíble. En este rubro, la musicoterapia es una de las prácticas más antiguas e interesantes.
Empecemos definiéndola de manera formal y concreta: La musicoterapia consiste en el uso de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) para fortalecer los procesos de comunicación, aprendizaje, expresión, coordinación y otros objetivos terapéuticos. Las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas son atendidas por un musicoterapeuta calificado, quien se encarga de crear un tratamiento ideal para cada paciente. Así es, existe un proceso científicamente comprobado detrás de este sistema terapéutico, el cual pertenece al grupo de las terapias creativas, que incluye: la danzaterapia, el arte terapia, la poesía terapia y el psicodrama.
De hecho, los expertos afirman que no se trata de una terapia alternativa, ya que tiene una aplicación sistemática con resultados definidos. Por ejemplo, su uso en el tratamiento del autismo ha alcanzado un exitoso desempeño y se ha convertido en una herramienta ampliamente recomendable.
Se trata de una opción eficaz que puede contribuir a nuestro bienestar sin efectos secundarios. Aquí te compartimos 3 aspectos fundamentales donde la musicoterapia puede ayudarte a mejorar.
1. En el aspecto cognitivo, estimula la concentración y la atención sostenida, facilita el aprendizaje, desarrolla la creatividad y fortalece la memoria, además de estimular la capacidad reflexiva.
2. A nivel corporal, nos permite descargar tensiones físicas disminuyendo la ansiedad y el estrés. En los niños, estimula el movimiento, la coordinación y un correcto desarrollo psicomotriz.
3. En la parte emocional, funciona para fortalecer la capacidad de gestionar las emociones, sobrellevar perdidas, trabajar en la confianza y autoestima.
La musicoterapia es uno de los mejores ejemplos de prácticas que ayudan a alcanzar el bienestar integral de las personas de todas las edades.